Cuerpo a cuerpo

Entonces, tomándole las manos con disimulo, la miré a los ojos sin fingir que no la veía con ganas desmedidas de abrazarla de cuerpo entero y besarla con loca pasión, pero fui Caballero y al instante sin fruncidos en mi rostro le pregunté si prefería mejor besarme Ella a Mí, pues igual me encanta cuando sus tiernos labios llegan a mi boca sin excusas, así su aliento es mi alimento.

Ella me lo dice todo con la mirada, le brilla el marrón en los ojos cuando se dispone para compartir con furor las pasiones de la piel, y más allá de su sonrisa picaresca se le nota dispuesta a ignorar las horas que acechan dentro de los dispositivos digitales para observar el disfrute íntimo, sin delatar la privacidad de los actos del amor, así se entrega, lo demás es sensacional.

Entre los dos nada es casualidad, la energía enlaza piel y alma de una manera perfecta, cuerpo a cuerpo todo se siente en la mayor dimensión, pues es muy diferente amar y ser amado sin condiciones ni caprichos, sin reprocharle a la pasión por sentir juntos el clímax que otrora era individual, particular, entre Nosotros no hay competencia ni lugar para disfrutar de este amor maduro.

Cuerpo a cuerpo sin vergüenza infantil nos tenemos para hacer del amor la enseñanza mejor que nunca imaginamos, para gozar sin prisa de los placeres y ser cómplices en cada postura que quizás ayer era rara y hoy es el complemento correcto para amarnos sin perder la razón del entendimiento, para ser y hacer arte nos tenemos cuerpo a cuerpo, lo demás es accesorio, recreo y diversión.

11-Dic/2021 (Serie Amor maduro)