El momento posterior

Si acaso alguna cosquilla aparece de repente por tu barriga, podría ser hambre, pero quizás es un aviso de que alguien te extraña. Sí, soy Yo, estoy pendiente de tus cosas, porque habitas Conmigo en todo momento y siempre en mi mente te veo riendo. A veces también te oigo gemir, entonces recuerdo contento cómo a solas los dos gozamos, aprendiendo sin miedos ni vergüenzas a amarnos.

Tú, la dama más bella de la comarca, perfumada de dulzura te vistes de colores y formas cada mañana, caminas entre la gente con la ternura brillando en la mirada, la sonrisa franca en los labios y el pelo suelto a los hombros, toda elegante moviendo las caderas para todos sepan cuando llegas, todo combina en el ambiente cuando te acercas y me miras, y Yo hechizado con tu presencia.

Tu saludo cálido a corta distancia es como un sueño hecho realidad, es un sentir electrizante de energía positiva y sana cuando tu piel súper suave entra en contacto con la mía, incluso me deja por un rato la espalda erizada, respirando profundamente con unos latidos apresurados que me incitan, es maravillosa esta sensación, eres una dama noble, una mujer sencillamente sensacional.

Si acaso con ansias me piensas Tú también, ven y dime de esas cosas, con palabras ó con señales invítame a la intimidad, si me cuentas de tus ilusiones y fantasías seremos capaces de hacerlas realidad, con las ropas puestas conversemos hasta que se ponga el sol, después la noche y la bohemia serán compañeras, entre vino y canción haremos el amor, luego la madrugada sabrá qué hacer.

Cruzados en la cama después, ya agotados respirando a boca abierta, o sea, sonriendo sin hablarnos en el nunca mencionado momento posterior, que para Nosotros será eterno en nuestra memoria gracias a la estupenda concurrencia de llegar juntos al final, un "te amo" largo y a baja voz irá de un oído a otro, y viceversa, como preludio de unos besos con sabor a la humedad de cada cual.

9-Dic/2021 (Serie Amor maduro)