Sé que soñaba
Sin que nadie lo notara dejé mi cuerpo en la cama tal cual estaba y me levanté sigilosa, se quedó el silencio con la soledad, durmiendo los dos, arropados con los mejores recuerdos de aquel amor que fue locura cuando ya nada tenía sentido en mi antigua vida, adulta y sin vergüenza esta noche me fui sola a caminar por esas calles sin esquinas donde supe del sabor de su piel desnuda, con la esperanza de tal vez saber de su paradero. Sé que soñaba.
La ruta era la misma de siempre, larga por demás, las calles se quedaban en penumbras alumbradas a veces de blanco y otras de amarillo, aquellas anchas aceras del parque me permitían caminar sin tropezarme con nadie mientras Yo divisaba disimuladamente a todos al pasar, cada quien en lo suyo, miraba sus rostros, pero no encontraba uno parecido al hombre que hoy busco, la ropa de gimnasio iba sudada pero no era ese el sudor que deseaba mi cuerpo.
Sé que soñaba, pero no me quería despertar y quizás sería la única manera de volver a verlo, preguntarle por sus sentimientos después de tanto tiempo, pedirle de favor que perdone mi actuación de ayer, acaso alcanzar a estrechar su espalda en un abrazo y poder robarle un beso también, no sabría qué hacer, tal vez improvisar alguna canción a capela y gritarle al viento que lo amo todavía con todas las fuerzas de mi corazón, que vivo sólo para Él.
Entonces la fría brisa de la madrugada azotó mi espalda y me hizo estremecer, al abrir los ojos renunciaba a lo soñado y las lágrimas comenzaron a caer en mi almohada, una tras otra las vi rodar hasta el colchón de mi cama, ya ni siquiera soñarlo puedo y así entregarle a mis manos un motivo para tocar mi cuerpo, ha de ser un castigo que pago con creces sin disfrute de placeres en memoria de un amor con egoísmo y por la soberbia de mis palabras.
27-Jul/2020 (Serie Una Historia)
Comments
Post a Comment