Me volvió el hambre

Me volvió el hambre

La noche es más oscura, las horas se han quedado calladas y no salió la luna. Algo tiene que pasar, pues así no puedo continuar.

♠ ¡Piccolo! Vamos que ya va a amanecer.
♥ No tengo ánimo para salir Abuelo, déjame descansar un rato más, que está friíto aquí.
♠ Anda Piccolo, ven a comer que anoche no cenaste, además quiero hablar algo contigo, es sobre la Vecina.
♥ ¿Eh? Dime Abuelo, ya me levanté. ¿Qué ha pasado con la Vecina?
♠ Sube, ahí está tu desayuno, dale come que Yo voy a colar mi café y ya vuelvo.
♥ OK.

La barriga me está reclamando a gritos que le eche algo sólido. Espero que el Abuelo me diga algo bueno con relación a Minouche.

♥ ¿Qué pasó con la Vecina? Dime Abuelo.
♠ Nada todavía, sólo que tu Papá cruzó anoche a conversar con Ella y creo que le comentó algo sobre ti, a ver si se ablanda un poco y te deja cruzar a conocer a Minouche.
♥ ¿Y entonces qué dijo?
♠ Tu Papá piensa que te va a dar la oportunidad, aunque te va a estar vigilando, claro está.
♥ ¡Genial! Hasta me volvió el hambre.
♠ Hay que esperar.

“Lo último que se pierde es la esperanza” me dijo un día el Abuelo, y mira, yo había perdido hasta el hambre, pero aquí estamos.

♥ ¿Y Tú para dónde vas Abuelo? Hoy es domingo ¿no te quedas conmigo?
♠ Voy a hacer algo cerca y regreso. Tranquilo Piccolo, que después de la carrera de Fórmula 1 vamos a jugar Parcheesi con tu Papá y seguiremos conversando.
♥ Pero yo no sé jugar eso, mejor armamos un rompecabezas, pero no tan grande. Además, tengo que estar atento por si me dan la patente de corso para el romance.

El Abuelo un día me decía “quieto, el que se desespera pierde”, y razón tenía. Respirando agitado nada bueno me pasa. Paciencia.

6-Jul/2020 (Serie Conversando con Piccolo)

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