Me quedé en la cama

Me quedé en la cama, todavía embriagada de placer, llena de alegría apenas se sonreía mi cara mientras con un pesar le veía volver a ponerse la ropa en el cuerpo aún mojado, justo salido del baño. De sólo verle así me vuelvo como loca y no lo puedo evitar.

Me quedé en la cama, complacida por sentir nuevamente las pasiones paganas de la piel, sin saber cuándo volverá a darme amor a raudales le dije “adiós vida mía, maneja con cuidado y me avisas cuando llegues”. Odio tanto esas despedidas, pero así es mi vida.

Me quedé en la cama, todavía me sentía coqueta y abrazaba mi almohada buscando en ella su olor mientras caminando partía, temblando cerré los ojos agradecida del destino que me dijo su nombre y su apellido. Pero lo mejor de todo es el apodo, el hombre mío.

Me quedé en la cama, ya casi dormida vi su mensaje en el teléfono celular, entonces sabía que se acaba mi noche, pero soñarle sería como continuar la fiesta de mi vida con su amor gitano, aunque se haya marchado de mi lado por hoy. Mi piel mucho lo extraña.

Me quedé en la cama, toda Yo, me sorprendió la mañana enseñándome los colores del cielo tras la ventana, no sé qué hizo Conmigo la madrugada pues mi cuerpo otra vez perdió la pijama y mi piel parece cansada. Mi mente ya no recuerda ¡qué noche la de anoche!

13-Jul/2020 (Serie Una Historia)

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