Los días grises
Son los días grises los más tristes, esas tardes de otoño con cielos nublados y brisa fresca me crean mucha nostalgia, me hacen recordar las maravillas del placer que me dejaba su pasión, sin condicionar el lugar, sin mirar los relojes, sin importarnos la gente y sus reglas sociales, éramos prisioneros del amor natural sin observar las leyes creadas por los humanos con doble moral.
Una música suave y su voz susurrándome al oído canciones del ayer, el olor a lluvia que subía entrando por el balcón, el sabor a cerveza de sus labios en mi boca, sus dedos traviesos jugando con los botones de mi blusa que disimulados iban por mi pecho buscando llegar hasta el broche del sostén, tiernos recuerdos que no puedo olvidar, ó mejor dicho, que no los quiero olvidar jamás.
Ahora todo es distinto porque Él a mi lado no está, me aburre la música romántica vieja, cuando llueve ni siquiera miro la lluvia caer y el olor a humedad me da alergia, estando sola en las tardes para no ponerme triste dejé de beber cerveza, ya para completar mi tragedia me asaltó la gravedad. Será mejor olvidar su irreversible efecto y graves consecuencias sobre el cuerpo humano.
Las tardes grises volverán un día cualquiera a mi vida con sus aventuras y placeres para llenarme de nuevo de risas y sudores, fieles esperando se quedarán en el pasillo mientras para amar quitándonos la ropa raudos entraremos a la habitación, sin luces ni pijamas la voluntad dirá lo que sea necesario, el cansancio no estará permitido y el baño nos verá con las muecas de la pasión.
24-Jul/2020 (Serie Una Historia)
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