Despertar así

Me desperté como rara, no quería ni abrir los ojos, acaso temiendo que todo habría sido un sueño, pero al instante sentí su calor en mi espalda, su respirar en mi cuello y su brazo cruzado por mi pecho, como cuidando mis senos. Ahí ya suspiré, pues sí, amanecí desnuda entre sus brazos. Con cautela miré todo a mi alrededor, y sí, era mi habitación. Se quedó a pasar la noche Conmigo.

Una sonrisa de felicidad cubrió mi rostro, aunque me dolía un poco la cabeza estaba muy emocionada. Toda quieta seguí a su lado apenas respirando a ojos cerrados, es que ya nada podía ser más agradable que disfrutar de su abrazo sutil en esa mañana, ¿cuántas veces había anhelado despertar así? Su olor estaba en las almohadas, la sensación en mi vientre me hizo recordar lo que pasó.

Despertar así, acurrucada, sin nada más qué hacer un domingo es fabuloso, me parecía increíble. Al momento me dijo: “buen día corazón” y me besó de piquito en la mejilla izquierda. Entonces medio me volteé y acariciando suavemente sus labios con mis dedos le respondí: “¿Sabes qué? Me haces muy feliz”. Y así me quedé como una perfecta tonta contemplando sus ojos marrones sin hablar.

No sabía qué más hacer y me reía sola, todo a partir de ese instante con Él sería nuevo para Mí. Mil ideas cruzaron aprisa por mi mente y así mismo empecé a decir cosas sin orden lógico y sin pensar mucho. “¿Qué quieres desayunar?”, “Tengo un cepillo de dientes guardado para Ti”, “Gracias por quedarte”, “¿Dormiste bien corazón?", “Yo te quiero”, “Déjame buscarte una toalla limpia”.

29-Jul/2020 (Serie Una Historia)