Sin beso de despedida
La ilusión de verte me cambió el pensamiento enseguida y la espera era nada. Sin embargo, un vaso de cappuccino sin tapa con una servilleta y dos sobres de azúcar fue todo lo que pude darte ese último día que te vi. Y triste me quedé sin beso de despedida.
La distancia, otrora corta, se hizo tan larga que ya no la pude medir cuando dejamos de vernos, los abrazos se quedaron sin pechos y espaldas para estar los cuerpos juntos sin frío, sin miradas se quedó la tarde tras tu partida, y Yo sin beso de despedida.
En mi pesar, olvidé el pronóstico de tormenta y salí a caminar para calmar las ansias, ni hablar de llevar sombrilla, necesitaba disipar la idea de perder un amor, entonces, el aguacero me sorprendió y mojado comprendí que nos faltó caminar bajo la lluvia.
Las horas cambiaron el color del cielo, la humedad empezó a molestar sobre la piel sudada y mojada, pero el pensamiento no era diferente, el volverte a amar una vez más seguía presente, y sin risa ni riña los pasos apresurados volvieron al lugar de origen.
Parece mentira, pero las cosas sencillas serán siempre las más importantes, esas boberías cotidianas que nos llenan de alegría sin otros motivos, los gestos amables, las sonrisas con cariño, la mirada tierna, y por supuesto, el adiós con beso de despedida.
Así es la vida de cruel a veces, ando entre la tormenta y la calma, sin beso de despedida no crece la esperanza de estar a tu lado como quisiera, como antes, y quizás lo más triste sería volverte a ver y tener que saludar tus mejillas sin besar tus labios.
Algún día volverá la primavera con sus olores sutiles de frescas flores, y ojalá sea tiempo de conversar de la vida, quizás de nuevo antes de empezar el verano te encuentre por ahí tomando un café, con suerte me siente en tu mesa, sólo espero me recuerdes.
27-Sep/2021 (Serie Persona Única)
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