Ni antes ni después

Cada noche la luna busca su lugar en el firmamento, pero no se ubica por celo ni por obra del azar, cada noche ella encuentra su lugar particular y cursa su trayectoria puntual, ni antes ni después se mueve a donde no debe estar con tal de brillar. Es así. Ni antes ni después, te veo y me creo que soñando estoy de tan dichoso que hoy soy. No vienes ni voy, pero nos falta tiempo para pensarnos y las sonrisas nos delatan por los espejos que nos miran con asombro caminando solos, pero hablándonos con las manos. Si Tú supieras cómo late henchido de emoción mi corazón cuando te ve, entenderías por qué no te quito los ojos de encima cuando estamos conversando. Si supiera Yo vencer el miedo de besarte cada vez que veo tus labios, sabrías que te quiero todo el tiempo. Ni antes ni después se conectan dos almas que vibran en solitud, ello sucede cuando la frecuencia es la correcta, cuando la bondad se presenta y la energía azul del amor trasciende por la piel despertando los corazones, no se ve ni se toca, sólo se siente. Te quiero y no puedo dejar de decírtelo, me es cosa natural hablar sin bemoles de todo aquello que pienso y siento, de eso que me emociona a cada momento sin razones aparentes, de lo bonito que despiertan mis ilusiones de ser feliz a tu lado, sólo Contigo. Ni antes ni después, aún siendo adultos, pero no sabíamos lo que era realmente amar con pasión, hasta que nuestros cuerpos se encontraron fundidos en ese instante donde fueron uno, y cantamos a dúo el clímax del placer. Así conocimos el antes y el después. 18-Sep/2021 (Serie Madrigal)