Amar sin prometer

Desde muy joven me acostumbré a no hacer promesas, no porque tuviera la intención de incumplir lo prometido, jamás, sino porque siempre son más peligrosas las expectativas ajenas que faltar al cumplimiento mismo; silente madura el criterio de satisfacción.

Sin nada prometer espero con fervor cada día satisfacer tus más íntimos anhelos de placer de forma tal que podamos amarnos en paz, sentir que no pasa el tiempo, sonreír felices, dormir, soñar.

Y si acaso alguna otra noche no te escribo porque me quede dormido sin querer, nada dudes, escríbeme Tú, tus palabras llenas de bondad llegarán hasta mi corazón para darme paz y mucho confort.

Quizás no lo sabes, pero cuando sueño Contigo en la madrugada no te desnudo, me acompañas del brazo y fiel me comporto como un caballero; eso prefiero hacerlo en persona, en vivo y en directo.

Hoy, como siempre, tengo ganas, empero más quisiera que también tengas ganas Tú de estar juntos los dos amándonos sin prisa, como si nada, como si todo, ser una sola carne respirando placeres.

Que no te cause sorpresa ni enfado que a diario te exprese mi deseo natural de que nos amemos intensamente, ya en cualquier lugar y sin buscar motivos adicionales, el placer carnal es mucho y al ser mutuo se multiplica, más con este buen amor que sentimos.

8-May/2022 (Serie Amor del bueno)

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