Frecuencia de energía

Tu compañía es magia y somos cómplices, incluso antes de abrazarte ya la energía de bondad con la que late tu corazón estaba acomodándose dentro de mi pecho para charlar con el romántico empedernido que manda sangre por mi cuerpo, en todo mi cuerpo, despertando al ermitaño aquel.

Despertando al ermitaño aquel que de siempre dormía silente, solo, sin protestar siquiera, aquel que hoy de repente empezó a mirar por encima del hombro alcanzando a ver por la rendija de la ventana detrás de la cortina si el alba venía cerca. Nunca tuvo prisa de ver el amanecer.

Prisa de ver el amanecer siempre tuvieron los gatos cuando soñolientos y estribados dormían al amparo de la seguridad del aposento, mas ahora se levanta Él primero y los espabila, después de soñarte en la mente guarda tu rostro, que sonríe de dama vestida y gime de mujer desnuda.

Gime de mujer desnuda al sentir el furor de la nueva pasión que anda suelta sin temor ardiendo por todo tu cuerpo, mientras hacemos el amor gozamos cada instante contemplando cómo se convierten los anhelos olvidados en placeres verdaderos, ya nada es prohibido, todo es permitido.

Todo es permitido al albedrío de cada quien sin doblar la voluntad de cada cual, en nuestro modo de amar reina la verdad, en armonía nos hacemos compañía aunque estemos lejanos de cuerpo, pues siempre estamos cercanos de alma, es maravilla vibrar a la misma frecuencia de energía.

23-Abr/2022 (Serie Amor cotidiano)