Sin temer al futuro
Nunca pude adivinar el futuro... de niño me causaba curiosidad, aunque es algo que ya para nada me interesa, empero ahora quiero decirte algo que para Mí sí es muy importante: no sé si hoy te voy a ver, pero quiero que sepas que de cualquier modo ando con todas las ganas de abrazarte y besarte. De lo demás no preciso comentarte, ya sabes cómo soy, siempre tengo hambre, y más de Ti.
Sin temer al futuro nos conocimos, nada era predecible y no teníamos expectativas al acudir a una simple cita para tomar un café, total ¿qué podría pasar? Sin embargo, todo obró de una manera diferente a lo que hubiéramos imaginado, o mejor dicho, todo fue completamente inimaginable, tu cara bonita, tus palabras honestas, la mirada tierna y el pelo suelto, nunca lo habría predicho.
Sin temer al futuro conversamos aquella tarde, buscando apenas conocernos de la manera casual, y sin pensarlo cada palabra sincera calaba en la comprensión interior y nos hacía sentir de un modo diferente, así íbamos sonriéndonos por dentro y cada vez poniendo más y más temas de conversación, alegres y pacientes fuimos descubriendo intereses comunes y formas de pensar interesantes.
Sin temer al futuro fuimos y simplemente nos miramos, coincidimos y continuamos cada día siendo atraídos por una energía mágica que nos invita a compartir alma, corazón y vida, y a pesar de todas las incertidumbres que existen buscamos la comprensión, somos dos en un mundo ajeno, dos que se aman con la madurez de la experiencia y la voluntad del respeto, dos almas llenas de bondad.
Nunca pude adivinar el futuro... y tampoco quiero hacerlo ahora, ahora sólo quiero vivir cada día con este amor maduro, y todos mis días por venir con un amor cotidiano que nada exige y todo lo da sin llevar cuentas ni hacer reclamos, así, sin temer al futuro seremos mutuo disfrute de mil formas de amar, si acaso nos llega el cansancio, pues descansamos y luego nos volvemos a amar.
1-Feb/2022 (Serie Amor cotidiano)
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