A la hora de amar

Y si acaso un día sientes algún temor a la hora de amarme, con calma sonríe y serena confía en tu maestría, pues Yo enamorado cada día confío en tu habilidad de siempre hacerme feliz, es honesto y natural lo nuestro, es casual, lo demás es asunto de otros.

A la hora de amar la prisa se convierte en calma, nace tierna una pasión nueva que otrora era prisionera de una ansiedad, no hay culpas ni culpables, ayer la tristeza fue y hoy la alegría es, todo se siente diferente, tus manos pequeñas caben con las mías.

Confía siempre en la bondad de tu corazón, que a la hora de amar todo nos irá bien, seremos dichosos, sin mirar atrás nos tendremos y sentiremos la magia del amor, llenos de energía y deseos de alcanzar la paz del bienestar, gracias al fervor de cada cual.

No temas por dejar de cumplir alguna cosa, entre Nosotros nunca habrá protocolos a la hora de amar, sin expectativas somos como somos y desde el primer encuentro todo ha sido fantástico, así cada día nos va mejor, te quiero como eres y me quieres como soy.

A la hora de amar todo lo pensado de antes se olvida y sin miedos pasa lo que tiene que pasar, en nuestra intimidad todo es bueno, nada es raro, cada caricia tiene sentido y valor, cada beso tiene el mejor sabor, cada mordida deja emoción sin causar dolor.

A la hora de amar el Tiempo detiene el reloj, curiosas las horas se nos quedan mirando y calladas sonríen al vernos gozar, las gotas de sudor apenas discretas recorren la piel cuerpo abajo hasta las sábanas, nada es preocupante, los olores son fascinantes.

A la hora de amar nada más es importante, de incógnito al final del aposento el espejo de la pared atento se mantiene observando, quizás tratando de entender cómo el furor de nuestra forma de amar evoluciona, será acaso queriendo aprender de esta relación.

8-Feb/2022 (Serie Amor cotidiano)

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