Sin control

Al oír el timbre distintivo... y ver en la pantalla su fotografía... no pude contener el llanto, mis ojos rápidamente se llenaron de lágrimas, mi nariz se congestionó al instante, se apretó un nudo en mi garganta y dificultó mi respiración, la que ya estaba acelerada sin control.

De repente el aire me faltó, empecé a toser sin control y mi voz, otrora estridente, enmudeció; un vacío en el estómago me avisó que perdía el equilibrio y el pánico invadió mi ser antes de caer arrodillado ante mi sombra. Increíblemente me faltó valor para atender aquel llamado.

Se quedaron también sin control un par de esfínteres... difícil momento, de la paz a la intranquilidad sin precedente, así es la vida de impredecible, todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos y no hay a quién reclamar el sentimiento ni dónde hacer devolución de la palabra.

Hay que reconocerlo, sin control estábamos, empero nos dimos cuenta cuando de repente le tocó al corazón decidir cuáles palabras iban a componer las frases de enojo de cada quien; la bondad no siempre está presente para responder y se derrama todo, entonces, sólo queda el Tiempo.

El Tiempo es el único que todo lo sabe y todo lo puede, confiar en su transcurrir es lo prudente para resistir este vendaval que lleva y trae emociones, que contrapone orgullos vanos gritando sin sentido; sin control separados estamos, acaso por control volveremos a encontrarnos.

19-Feb/2022 (Serie Amor cotidiano)

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