Ronca tu voz
Tu llamado me hace ilusión y mis ansias se quedan atrás al cruzar juntos la puerta del aposento, todo es magia cuando me miras y tus besos llenos de sabor me excitan tanto como tus finas caricias; el primero en silencio, ya desnudas las siluetas se quedan reflejadas en el espejo. A media luz dormitando todavía soñamos despiertos, abrazados nos miramos con deleite cual enamorados de otro tiempo, nos paramos y de manos vamos al baño a refrescar los cuerpos sudados que fueron fieles testigos del placer carnal sensacional que no se cansa, que apenas descansa. Entre canciones románticas y espontáneos gemidos, después de tomarnos el vino, quiero perderme por tu cuerpo divino sin intención de volver a estar de Ti alejado. La suavidad sin igual de tu piel y la humedad de tu ser son mi refugio sagrado y mi privilegio al amarte rato a rato. Ronca tu voz al despertar, así te quiero oír decirme “buen día amor”, ya por demás complacidos por la fehaciente muestra de entrega y pasión que nos dejó sin