El espejo del aposento

Al fondo nos mira sin hacer ruido, con la luz justa logra divisar con detalle los sensatos movimientos que hacemos al soltarnos de las vestimentas, en cada momento se queda atento viendo cómo suavemente las caricias se adueñan del encuentro de dos cuerpos.

Es el espejo del aposento un ente que parece pasivo y que usualmente pasa desapercibido, verdaderamente ninguno está pendiente de verlo y mucho menos de entenderlo, a la hora de amar él queda como olvidado a un lado de cama y si acaso lo miramos nada pasa.

El espejo del aposento en su diario vivir no envejece, siempre sagaz se levanta y con cualquier luz regala su reflejo sin discutir, reza cuando todo acontece y guarda en su memoria las horas felices, a nadie nada pide, cuando llega la noche duerme también.

El espejo del aposento es tu confidente, el guardián de tus secretos de cama, el que te ve de frente cuando a tu espalda mi pecho la abraza, el que ve tu cintura moviendo sin tino tus curvas cuando sobre mi cuerpo dominas mi estatura, él sereno todo lo ve.

Es el espejo del aposento el fiel testigo de las íntimas escenas de amor que vivimos, callado en las horas de pasión él escucha el cruce de gemidos de una boca a la otra y alegre se sonríe, pues bien sabe que son cosas de la vida que a nadie jamás contará.

Después del furor del encuentro cercado que nos deja sin fuerzas tirados a merced del aire compartido, cuando gotea frente abajo el sudor, cuando todo es calma sobre la cama, el espejo del aposento al fondo nos mira complacido, como si al cine hubiera ido.

20-Ene/2022 (Serie Amor Maduro)