Yo no sabía
Yo no sabía cómo era su piel ni cómo sería el olor de su pelo; no sabía qué decía su respirar si acaso me hablaba mientras estaba callada; no sabía de la temperatura de su cuerpo, si es que hoy tenía frío, si necesitaba de mi abrigo.
Yo advertía colores en su rostro mas no sabía qué ó quién los producía, si es un recuerdo de un ayer perdido ó acaso sería alguna ilusión de romántico soñar, que la despierta sudada ya en la madrugada sin las sábanas encima.
Yo no sabía del color de su mirar, si sus ojos brillaban por amor ó tal vez por algún pasado querer; hoy no podía imaginar siquiera cuánta alegría tendrían sus palabras saludándome al amanecer después de amar con loca pasión.
Yo advertía en la sonrisa franca la honestidad de su pensamiento, y se notaba en la frescura de sus gestos la inmensa bondad que vive en su corazón; su pelo siempre adorna su figura, me hace pensar que todo está en su justo lugar.
Yo no sabía cómo eran sus manos, si serían pequeñas; no sabía si acaso son gruesos los pliegues de su piel, si tal vez hay pecas en su pecho, si quizás guarda algunos lunares en la espalda; no sabía si sus labios serían tersos.
Yo advertía el comportamiento casual siempre correcto, se denotaba que es una Dama en lo cotidiano; ¿acaso será fiera y coqueta en la intimidad cuando nadie más mira? Azul habla el silencio cuando ama sin temor una Mujer.
Entonces cerré los ojos, en paz la miré desde mis adentros y enseguida pude comprender todo aquello que era duda, así entendía esos detalles que no conocía, de la hermosura que una mujer puede tener cuando a sí misma se quiere.
Yo advertía colores en su rostro mas no sabía qué ó quién los producía, si es un recuerdo de un ayer perdido ó acaso sería alguna ilusión de romántico soñar, que la despierta sudada ya en la madrugada sin las sábanas encima.
Yo no sabía del color de su mirar, si sus ojos brillaban por amor ó tal vez por algún pasado querer; hoy no podía imaginar siquiera cuánta alegría tendrían sus palabras saludándome al amanecer después de amar con loca pasión.
Yo advertía en la sonrisa franca la honestidad de su pensamiento, y se notaba en la frescura de sus gestos la inmensa bondad que vive en su corazón; su pelo siempre adorna su figura, me hace pensar que todo está en su justo lugar.
Yo no sabía cómo eran sus manos, si serían pequeñas; no sabía si acaso son gruesos los pliegues de su piel, si tal vez hay pecas en su pecho, si quizás guarda algunos lunares en la espalda; no sabía si sus labios serían tersos.
Yo advertía el comportamiento casual siempre correcto, se denotaba que es una Dama en lo cotidiano; ¿acaso será fiera y coqueta en la intimidad cuando nadie más mira? Azul habla el silencio cuando ama sin temor una Mujer.
Entonces cerré los ojos, en paz la miré desde mis adentros y enseguida pude comprender todo aquello que era duda, así entendía esos detalles que no conocía, de la hermosura que una mujer puede tener cuando a sí misma se quiere.
29-Nov/2019 (Serie Dama y Mujer)
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