Recordando la fotografía

Cansada un día llegarás a tu casa, sin ganas de conversar después de un largo día laboral, y encontrarás una flor prendida en tu puerta, y no tendrá una nota de remitente, sólo tendrá el brillo del sol y los colores de la esperanza, y no lo vas a creer porque de antes lo sabías sin siquiera tener que pensarlo, ya lo habías leído casualmente un día, sin imaginarlo reías ante tan cursi relato sin soñar el momento.

Es así como suceden las bellas cosas del vivir, y recordando las fotografías entenderás una y otra cosa, entre uno y otro despertar volverás a ver otra vez todas las imágenes guardadas, las de cada amanecer del otoño que haría renacer la ilusión de un sentimiento que ya conocías pero que dabas por muerto.

A Ti, que sutil fuiste la fuente de aguas claras con espumas perfumadas que bañó mi entonces inocente imaginación, mi eterna inspiración azul de cada amanecer, sonrisa cálida cual sol radiante en todas mis mañanas sin destino, brisa fresca en las tardes de antojo por encontrar un abrazo perdido, ferviente anhelo guardado de tener mil besos de ensueño en mis noches de ojos abiertos, grito callado en boca sin labios en medio de húmedos sueños en cada madrugada, a Ti con cariño eterno dedico estas páginas encantadas que se llenaron con dulces palabras en la soledad silente del aposento, entre sábanas y almohadas sin luz.

7-Nov/2019 (Serie Fotografía y Sentimiento)

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