Alegre y triste
Alegre
viendo tu fotografía, triste sintiendo tu ausencia. La fotografía me dice de la
sonrisa que pintan tus labios en el preciso momento que el lente te busca entre
la gente que anda distraída, me dice que eres dueña de mil alegrías azules que
se quedaron tristes un día.
Alegre
veo captadas tus aventuras a campo traviesa buscando sin celo, pero con destreza, los secretos más discretos de la naturaleza. Triste me quedo sin saber quién te
daba la mano para caminar entre los valles, para subir las laderas y abrazarte
al llegar a la cima.
Alegre
te pienso sentada en la mañana tomando el café, mirando tras los cristales de
la ventana las luces del alba que claras van desvelando los colores del nuevo día. Triste entiendo que mi mañana no
es la tuya, aunque quiera pensarlo, y termino tomando solo el café.
Alegre
y triste me pongo y me quedo, pero ello es sólo una parte del vivir cotidiano,
pues esto no basta para detener los pasos de avance, los que un día cansados
tomaron el merecido descanso, para retomar con más empeño la empinada senda del
soñado porvenir.
Comments
Post a Comment