Mañana de domingo
Hoy
la ciudad duerme hasta más tarde, pues la madrugada se acostó pasada de hora
entre risas y cantos celebrando la vida de la noche, la misma que ayer me vio
dormido temprano donde solo me encierra el olvido a descansar.
Incluso
las aves que madrugan en mi galería hoy se han quedado tranquilas, calladas aún
limpiando sus plumas para salir a buscar el alimento de sus crías, que siguen
dormidas en la oscuridad del nido con el frescor del rocío.
Entonces
el alba despierta y con su luz clara cambia el horizonte y el cielo se va
pintando de tonos amarillentos hasta quedarse sólo un color celeste que
lentamente se convierte en el azul básico, para decirnos que ya es de día.
Entonces
se va desvelando así la mañana de domingo, tomando el café ya empieza para todos
el nuevo vivir, y por supuesto, sale la fotografía que llega enseguida
mostrando a todos la alegría de sentir los rayos del sol.
Las
frases acompañan las imágenes y cada cual cuenta su versión de la historia,
acaso la parte que se puede decir riendo, para no dar explicaciones, cada cual
toma en las manos su verdad y sale a buscar una razón para continuar.
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