Sin prisa pero sin pausa

Por alguna razón, la cual incluso sospecho conocer, cada vez voy mirando con mayor ternura la fotografía del día, y solo sonrío al percibir que florece ese sentimiento dormido, el mismo que volver a vivir hoy tanto ansío, así como sacando los colores de las luces, así va, como sutil van creciendo los pétalos de la flor, día a día, sin prisa pero sin pausa.

Del otro lado de la ciudad una mirada gris de repente se convierte en azul, unos labios de nada pintados comienzan a sonreír y cambia el panorama con el primer sorbo del café de la mañana, queda contemplando el amanecer de un otoño dilatado que de a poco le va mostrando los colores del alba a medida que se levanta el sol, sin prisa pero sin pausa.

Las ideas también se levantan después de soñar alegres en la madrugada, añorando las caricias dormidas que recuerdan aquellas noches del ayer, pero cuando la claridad entró al aposento ya reposaba el silencio esperando el momento de dejar la cama vacía, y entre las sábanas quedaba la humedad sin despedida, así pasan las horas, sin prisa pero sin pausa.

17-Nov/2019 (Serie Fotografía y Sentimiento)