Yo, ¿qué puedo hacer?
La belleza del pensamiento libre es siempre simple. Yo sé a quien le escribo y le escribo lo que sueño, quien me lee sueña despierto oyendo a quien más extraña.
Dichoso aquel dueño de un amor sin duda, pues cada noche saldrá para sí la luna a mirar la pasión de convertir sin condición en placeres los anhelos del querer.
Yo, ¿qué puedo hacer? Mi corazón funciona todavía aunque esté roto, aún herido mi pecho respira y lloran las ansias por ser feliz otra vez, sin saber con quién.
Decir un "te quiero" puede ser tan fácil ó tan complejo como sea de pura la bondad del corazón, el amor si es verdadero no pide, entrega, no exige, complementa.
Y ahora Yo, ¿qué puedo hacer? El amor no termina ni muere, a veces duerme un tiempo y descansa para luego volver más fuerte y muy tierno a brindar cariño nuevo.
Dichoso aquel dueño de un amor sin duda, pues cada noche saldrá para sí la luna a mirar la pasión de convertir sin condición en placeres los anhelos del querer.
Yo, ¿qué puedo hacer? Mi corazón funciona todavía aunque esté roto, aún herido mi pecho respira y lloran las ansias por ser feliz otra vez, sin saber con quién.
Decir un "te quiero" puede ser tan fácil ó tan complejo como sea de pura la bondad del corazón, el amor si es verdadero no pide, entrega, no exige, complementa.
Y ahora Yo, ¿qué puedo hacer? El amor no termina ni muere, a veces duerme un tiempo y descansa para luego volver más fuerte y muy tierno a brindar cariño nuevo.
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