El último abrazo
Justo nos tocaba atender ya la despedida, después de todo sería lo prudente terminar la noche antes que seguir con la discusión pues los enojos no duermen aunque el cuerpo se acueste, pero prima el descanso ante lo cotidiano, que igual mañana hay que seguir laborando para buscar el sustento con que se pagan las cuentas.
Ese último abrazo que sintió mi pecho Contigo esa noche fue distinto, todavía me dice mi alma llorando que me marcharía callado para no volver, y Yo que creía que a tu lado vería los mejores días pasar me quede como perico en la estaca, contando las horas de tu ausencia sin poder hacer nada, a merced del viento que ruge.
Ese último abrazo que tuve de Ti, sin decirme nada, fue la estocada mortal para mi cursi sentimiento, en las manos con mi corazón te quedabas mientras Yo sangrando me marchaba pregonando dolor, sin saber que iba herido sin cura bajé la mirada buscando entender lo que pasaba, la ilusión se me apagaba como noche sin luna.
Ese último abrazo que sintió mi pecho Contigo esa noche fue distinto, todavía me dice mi alma llorando que me marcharía callado para no volver, y Yo que creía que a tu lado vería los mejores días pasar me quede como perico en la estaca, contando las horas de tu ausencia sin poder hacer nada, a merced del viento que ruge.
Ese último abrazo que tuve de Ti, sin decirme nada, fue la estocada mortal para mi cursi sentimiento, en las manos con mi corazón te quedabas mientras Yo sangrando me marchaba pregonando dolor, sin saber que iba herido sin cura bajé la mirada buscando entender lo que pasaba, la ilusión se me apagaba como noche sin luna.
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