Empero que sea

Luego de tomar el primer café temprano y alimentar las mascotas a contemplar la naturaleza en el balcón me paré, y me preguntó la Mañana que “qué haríamos hoy”, le respondí de inmediato que “aún no lo había pensado”, después de un rato la miré a todo cielo y le dije bajo la claridad del sol que “habrá que esperar que Ella se levante y diga qué quiere hoy hacer”, entonces la Mañana nubló el horizonte y se quedó tranquila, callada, como esperando el momento de volver a opinar, si acaso habría planes con ella.

Pienso que no es cuestión de ser iguales ni pensar de la misma manera, ni tampoco de actuar del mismo modo ó tener los mismos gustos en arte, embutidos, quesos y vinos, ni siquiera escuchar la misma música y preferir las mismas películas. 

Entiendo que más bien se trata de admirar, respetar y aceptar a cada quien como es y por lo que es, y coincidir en las cosas bellas que tiene la vida y hacer de la vida los momentos felices para siempre recordar alegres. Creo que eso es el amor, bondad y tiempo de calidad.

Ojalá que quisieras algún día, después que todo esto evolucione para bien con el favor de Dios, y sin tener que pecar de indiscreta, decirme si fueron en efecto sinceras aquellas fotografías y me contaron sin poses todas las verdades que guardan dentro de sus imágenes, ó si acaso dejaron para luego algunos secretos, y esos me los quieras confesar Tú misma, sea café en mano ó entre copas de vino, sea a orillas del mar ó en el frescor de las montañas, sea durante el día ó en medio de la noche. Empero que sea.

3-May/2020 (Serie Fotografía y Sentimiento)