Buen perdedor

Buen perdedor

Cuando me llama me alegro, mas luego me apeno, o sea, de inmediato siento la diferencia en el tono de su voz, ya no es alegre y no me parece sensual, como era antes, se me cansa la alegría del instante primero y se posa en mis ojos la pena del desamor, todo por ser buen perdedor.

La vida tiene su manera particular de enseñar los cambios, respeto siempre la voluntad de cada cual y cuando toca perder no hay mucho qué hacer; llorar y secar las lágrimas, reír y seguir adelante, la vida continúa.

4-Oct/2023 (Serie Cortos de un Ermitaño)

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