El camino se le hace largo
Iba
mirando al suelo, caminando a ritmo de calle sin distracción, como contando los
pasos sin querer saber qué número era el próximo, igual el destino final sería
el mismo y la hora del atardecer también.
Cruza
entre todos sin mirarles siquiera, uno tras otro les ve pasar y para no tener
que parar, baja la vista si acaso le saluda un extraño y continua sin saber
quién sería, no es momento de charlas sino de enfrentar al destino.
Tanto
tiempo esperando para verla que ya ni las ansias le quedan pendientes, no sabe
si el encuentro será para mejor ó para peor, pero por ello no falta a la cita,
aun cuando le acompaña el temor y no lleva expectativas.
Mientras
camina anda pensando sin poder entender, si antes había sido Ella más que
prudente por qué ahora ha sido diferente y ha querido aceptar tomarse un café,
o mejor dicho, ¿por qué ha pedido ir a tomar el café?
El
camino se le hace largo, pero no se cansa antes de llegar, sus manos y su frente
sudan sin causa aparente y quizás con un toque de suerte primero se acerca y
entra al lugar, para ver que Ella aun no llega y así logra respirar.
Mira
por todos lados una y otra vez para ver si llega, mientras conversa de manera
jovial con un par de comensales conocidos que ha encontrado por casualidad,
hasta que en un mirar la ve llegando y entonces todo cambia.
Sin
tener conciencia de cómo la va a saludar se para y se da vuelta para
enfrentarse al instante de tenerla de frente y verla otra vez, esta vez
improvisando un "Hola" corto y seco acerca su cara a su cara y rompe
el silencio.
Buscar
una mesa vacía para sentarse hubiera sido fácil tarea en cualquier otro lugar,
pero en este caso sólo una esquina de camino a los baños tenía una pequeña mesa
con tres sillas y fue la opción única para no esperar.
Sentarse
en la mesa con los colores subidos al rostro sería algo nuevo para Él, pero
todo se olvidó al verla a Ella presente sonriendo sin presumir, todo fue
diferente al oírla hablar finalmente viendo sus labios moverse.
Y
así, de manera puramente casual, sin saber cómo, sin planearse las palabras
empezó la conversación entre una Bella Señora y un Extraño Señor, y mientras un
tema llevaba a otro, se marcaba un hito de valor histórico.
Mi Amigo el Gato escuchó el relato paciente, sin decir una palabra.
30-Jul/2019 (Serie Mi Amigo el Gato)Mi Amigo el Gato escuchó el relato paciente, sin decir una palabra.
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