Solo de compañía
Sin
sentirlo la noche se marchó de tu cama, la oscuridad se queda un rato más pero
ya sabe tu cuerpo que vino un nuevo día, uno mejor.
Mirando
las tenues luces que nacen en el lejano horizonte, donde no habían sino
sombras, tus ojos van teniendo imágenes y colores sin brillo, que luego ya
entiendes.
Entonces,
de repente miras a tu alrededor sólo para comprobar tus íntimas sospechas, y es
que estás solo, realmente estás sólo Tú, apenas Contigo mismo mirándolo todo de
arriba a abajo y viendo nada en el silencio.
Siempre
lo supiste y nunca lo creíste, pero ya es tiempo de ir comprendiéndolo porque
solo naciste y solo finalmente quedas a expensas del destino que hoy te
sorprende preguntando por alguna compañía, que acaso te pueda dar un poco de
cariño y consuelo para más vivir.
Revisas
curioso tu piel y tu cuerpo, el corazón igual late y el día que nace te invita
a salir del encierro para ver los colores del cielo, para oír las canciones de
cada árbol con nidos en la vera del camino, donde los pajarillos alegres
despertaron para volar otra vez a buscar el sustento de los suyos que esperan
con bríos.
Solamente
solo de compañía, pero con todas las ganas de vivir cada momento y ser feliz te
llega el día, con todos los deseos de amar y ser amado erguido caminas con la
frente en alto, la sonrisa marcada y las manos abiertas te encuentra la rutina
con la que hoy luchas para ser mejor, así cada día, entonces no estás tan solo
porque estás siempre Contigo.
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