Alguna
vez quisiste amar así, como aman los amantes, sin saber quizás predecir que se
callan todo al amar y se cuentan todo mirando, mostrando las ganas de sentir amando.
Tal
vez callado tu camino, ese que Tú andas sin parar, vuelva a ponerte en mi
cantar y bailaremos otra vez, así nos será poco el aire para todos nuestros
suspiros.
Y
volveré a besar tu boca, suaves tus labios sonreirán sin apartarse de los míos,
y así te morderé a besos y tantos besos nos dirán cuál cosa nos puede pasar después.
Quitarás
a mi cuerpo la ropa, Yo desnudaré toda tu piel, abrazados tendremos paz sin
tener frío y sin calor, acariciaremos todo lo íntimo, lo que con celo hemos
guardado desde el principio.
Ya
nada nos importará cuando cerrando los ojos, que se funda tu ser con el mío, cantarás
quejas de pasión y gritaremos por las ansias que sentiremos al final.
Te
deleitará una caricia y te estremecerá sin querer la humedad de un beso que
creías conocer, no pensabas que existía tanta pasión en tu cuerpo.
Tu
cuerpo ya no será tuyo y con tus fuerzas perdidas quedarás mirando al techo sin
pronunciar una palabra, y te harán feliz los susurros que cuentan del amor un
cuento inédito.
Con
una sonrisa franca volverás la mirada a Mí, sin saber qué preguntar ni qué
comentar de Ti, pues ya nada era secreto, todo lo dijiste sudando.
Luego el
sudor se irá secando porque no querrás siquiera mover tu cuerpo vencido de ese
lecho apasionado, donde jamás estuviste a gusto antes de haberme conocido.
Te
parecerá que laten mil heridas en tu piel, pero serán apenas huellas de una
pasión loca que intensa te hizo sentir lo que siente una mujer.
No
podrás borrar de la mente ni un instante del placer, ningún momento fue poco, marcada
tu alma quedará con ganas de volver a sentirte una mujer real.
Y
de nuevo las sonrisas serán dueñas de tu boca, y tus labios hinchados pedirán
con ternura que te bese otra vez, me dirán temblando que te ame de nuevo.
Atados
con ansias al amor, cautivos de los anhelos y dueños del momento, los fuegos de
la pasión sólo la piel podrá contenerlos por la locura del corazón.
Te
tomaré de las manos para sentir tu cuerpo y mirarte con frescura, deseando acariciarte
toda ante tu presencia cautiva y ya sin decirte nada más amarte de nuevo.
Abrazarte
y besarte mucho, diferente esta vez, sin prisa, sin reproches, con la compañía
sutil de tus ojos mirándome hacer lo que quieres que te haga.
Tus
caderas, tus brazos y tus rodillas de nuevo sabrán de un dolor que habías
olvidado, pero quieres volver a tener tan pronto como sea posible y sin
importar dónde pase.
Y
ríes y lloras y sueñas como nunca imaginaste, tu cabello aún mojado y tus vellos rizados son la muestra viva de la pasión reciente.
Pero
al final despierto con la duda latente de pensar que eres Tú quien me abraza al
soñar, durmiendo a mi lado, aunque no estés Conmigo.
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