Una noche de placer

Ambientación: un saxo romántico.
Vino tinto varietal francés
las risas parecían un cántico
surgía una noche de placer.

Tus labios se quedaban pintados
en la copa de sólo beber
Yo quería ya haberlos besado
Tú reías diciendo querer.

Hoy mucho Yo anhelaba morderte
tus labios, tus senos y tu piel
me mirabas quieta sin moverte
confiando que me iba a atrever.

Tu falda, tu blusa, tu collar,
eran fronteras de tu querer
pero nada podría evitar
amarnos hasta el amanecer.

Se quedaban tus labios mordidos
sin decir palabra me mirabas
Yo acariciaba tu piel rendido
pues tu belleza me cautivaba.

Cuando despertaba entre tus brazos
me quedaba grabado el recuerdo
de amar tanto y dormir a tu lado
de volver a vivir el momento.

El toque intencionado en la puerta
nos alertó y suscitó atención,
habían llegado café y fresas
no podía con tanta emoción.

Aún con sueño te levantaste
y luego fluía el agua caliente
callado Yo fui a acompañarte
y abrazados te besé la frente.

Muy despacio tus manos rozaban
mi espalda y me lavaban la piel
así en tus caderas se quedaban
lentamente mis manos también.

Tus cabellos mojados yacían
por entre tus pechos con la espuma
y el pelo de tu cuerpo podía
marcar tu silueta con ternura.

Hincado tu cintura abracé
y naturalmente comenzaba
la aventura de amar otra vez,
gemías de placer y te amada.

Ya me mirabas con impaciencia
quedaba tu cuerpo sin aliento
y tu voz tenía coherencia
querías sentirlo todo adentro.

Mojados tus pasos se marcaron
volvías respirando sin fuerzas
las huellas del caminar dejaron
hasta la cama a dormir la siesta.

De espaldas a mi cuerpo abatido
en paz dormitando descansabas,
fue una noche de placer divino
que se prolongó hasta la mañana.

30-May/2013 (Serie Anhelos y pasión)

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