Cuando habla el corazón
Dicen
que cuando no puedes dormir es porque alguien está pensando en Ti. Si así fuera
no sé cómo haces Tú, porque Yo te pienso a cada momento.
¿Sabes
qué?
No
te olvido, aunque a veces lo he querido. Será tal vez porque es imposible
olvidar a una persona con la que hice tantas cosas por primera vez.
Puedes
comer sano, ir al gimnasio, beber agua, tomar vitaminas, irte de tiendas a
comprar caprichos, y todo lo demás, pero si no te ocupas de lo que sucede en tu
corazón, nunca serás feliz.
El
orgullo nos hizo pedazos, pero esos pedazos de alguna manera siguen buscándose
para amarse. Ni Tú eres mía ni Yo soy tuyo. Y sin embargo somos, Tú y Yo somos
dos, dos locos de amor, de un amor de toda una vida.
Si
estás enojada dime, si me quieres todavía dime, si algo no te gusta dime, si
algo quieres saber dime, porque sin hablar nada podemos solucionar.
Quisiera
que cuando pienses en Mí, si lo haces todavía, lo hagas sabiendo que aunque no
me necesitas, me quieres en tu vida, junto a Ti.
A
Mí no me interesa el cariño a medias, ni las personas que me quieren de vez en
cuando. O me amas ó me dejas.
A
veces es necesario derrumbar las cosas para construir cosas mejores, sea en el
mismo lugar o en otro sitio.
Quisiera
volver a repetir tantas cosas en mi vida que apenas las puedo contar. Unas para
no haberlas hecho jamás y otras para disfrutarlas una vez más.
Si
tuviera la oportunidad de repetir el momento en que te conocí, no perdería un
minuto sin decirte cuan hermosa eres, no esperaría que me enamoraras, te enamoraría
Yo a Ti, te abrazaría tanto que mi cuerpo sería parte del tuyo, te besaría
tanto que mis labios serían parte de tu boca, y no digo más porque ahora estoy
lejos de Ti.
Muchas
noches no te escribo, a pesar de extrañarte tanto, pensando acaso que no te
importo ya, pero no me resigno a dejar de amarte y estoy convencido de que mucho
me quieres todavía, a pesar de todo.
Quisiera
dormir Contigo otra vez, y no hablo de tenerte desnuda en la cama y hacerte el
amor, hablo de sentirte a mi lado cuando llegue la hora de dormir, que
recuestes tu cabeza en mi pecho y abrazándome me hables de tus cosas, me
cuentes tus anhelos.
Porque
antes de verte desnuda ya sabía que eras preciosa, ya sabía que eras la sabrosa
mujer apasionada que pude conocer.
Al
final de las cuentas me siento muy afortunado de haberte conocido, siempre
estaré agradecido de tus enseñanzas, siempre recordaré complacido tu forma de
amar, tu entrega apasionada, la calidad de tu tiempo, la ternura de tu cariño.
Es
cierto que ya no somos los jóvenes amantes que tenían tantas ganas y toda la
energía para compartir los placeres del amor, pero con los años me has enseñado
a amar, a dar lo mejor de Mí en cada momento, a disfrutar cada instante del
placer, me diste cada razón para acariciar tu cuerpo con ternura, y sacaste de
Mí la verdad de mis íntimos secretos.
No
digo más porque ahora estoy lejos de Ti, y crece mi piel y tu piel se humedece,
y no podemos fundir nuestros cuerpos con el sudor de la pasión plena, y las
alternativas a nuestra edad ya no son opciones a considerar.
Si
algún día sientes que te queda tiempo para compartir (y deseos también), Yo siempre
estaré para Ti.
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