Aquel día...

Desde aquel día amor mío tu vida cambió, también cambió la mía, mi vida y la tuya se convirtieron de repente en nuestra vida, nada menos.

Aquel día caluroso de abril nuestros caminos solitarios se convirtieron en un solo camino, el camino del amor, nuestro amor, ese amor que llena nuestra vida y nos hace felices, complacientes.

Somos los dos una pareja feliz, pero a causa de ambos esa felicidad tan bella y grande puede aumentar o morir a veces contra nuestra voluntad, y hablo de nosotros amor mío porque ni Tú ni Yo por separado podemos llegar hasta la paz de un amor verdadero, real.

Aquel día comprometimos nuestras vidas y nuestro amor para que fuesen uno solo, y ambos debemos luchar por nosotros, por conseguir siempre más paz, más amor, más felicidad.

Si a veces te pido suspirando que me digas lo que sientes es porque te amo mucho y me interesa saber todo sobre Ti, quiero oírte decir mil veces que me amas locamente y que no quieres perderme.

Quiero oír mil veces de tu boca que gustas de mis besos, que disfrutas mis caricias y mis palabras sinceras de amor, quiero siempre saber vida mía que mi mirada y la tuya se aman verdaderamente, quiero sentirme feliz oyendo tus palabras dulces, llenas de amor y timidez.

Aquel día glorioso que mi mirada clavó la tuya y te dije de frente a los ojos...

Sería mucho más feliz si tus labios de rosa acariciaran mi ser esta noche con dulces palabras de amor, que brotaran sinceramente de tu rojo corazón enamorado.

Háblame de las ansias y el deseo de nuestro amor verdadero, esas ansias de amar y ser amada que estuvieron escondidas tras las cortinas del olvido esperando una oportunidad para vencer la timidez y el encierro que las han castigado sin piedad cual verdugo a su prisionero.

Aquel día dije amarte, pero en realidad es hoy cuando sé que te amo de verdad como nunca antes Yo amé a persona alguna en la vida.

Aquel día descubrí el secreto para amar apasionadamente sin más razón que el amor, el amor bello y verdadero que llega a veces a nuestras vidas para nunca marcharse de ellas.

Aquel día será siempre recordado por mi corazón orgulloso y sagaz.

2-Jun/1982