Si te dijera, si Tú supieras.

Tu silencio me hace daño, tu distancia me castiga, la soledad me desprecia y ya no puedo sino llorar.
A solas lloraré tu ausencia cruel, andaré triste y callado entre las sombras del camino tal y como ya acostumbro, sin ver tu mirada tierna, sin sentir el roce sutil de tu piel quemada, sin poder besar tus labios, esos que un día pude morder con las ansias de una sed que nunca pude saciar.

Y me acecha el destino mientras siento el frío de una soledad perenne, que ríe a mis espaldas, al compás de pasos ciegos que buscan pisada firme para llegar hasta tu estancia.
Una triste mirada se pierde entre las líneas del horizonte que tan lejano no oye el grito de mi respiración, que te llama y no sabe dónde buscar los sonidos de un eco sabio que diga cuál senda es más corta.
Pero nunca se cansa el camino y no ha de cansarse tampoco el caminante que con Fe inició su travesía.

Cada vez que llueve se moja el sendero, la senda y la vida, y da vida la vida, y crece toda vida con vida, y vuelve una y otra vez a ser vida la vida.
Yo te escribo cartas y poemas con versos de colores que riman frases bellas para Dos Corazones.

Si te dijera, si Tú supieras lo que haría Contigo, si tuviera el momento de tenerte muy cerca, te cantaría al oído melodías de tiernos romances, te hablaría con la mirada sin decir palabra te contaría la historia del querer, te haría sonreír sin temor, sin querer volver la vista atrás, sin razón de saber de las horas del tiempo.
Te confesaría que a veces siento miedo cuando truena el cielo, y no tengo unas manos que me sujeten con cariño.

Pensando en Ti, de a ratos pierdo el sentido cotidiano de las cosas simples, pero somos amantes de un amor diferente.
Si te dijera, si Tú supieras cuánto guarda tu silencio que dirías sin saber que amanece la noche se hace larga, y no se cansa de escuchar cada cosa que cuentas, quizás hasta los sueños más íntimos sean tema de charla, entre vinos, quesos y fiambres.

Reiremos de tontos momentos que una vez parecieron importantes, y sin ya sentir vergüenza contaremos con gracia todo aquello que fue secreto.
No hay pena ni gloria cuando nada hacemos. Yo tengo un amor difícil Contigo que no sabe ni entiende de astrología ni de reglas generales.

Si acaso te nace el deseo de abrigarte cuando sientes la brisa fresca que viene del mar un atardecer, llámame, que el viento llevará tu voz donde Yo esté.

12-Abr/2013 (Serie Una Historia)

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