A mi Amiga
No
de recuerdos ingratos dejas la huella de tu paso en la senda de mi vida.
Amiga
de mi vida, mi Rosa de Marzo, realmente mi amiga.
El
mes de marzo es nuestro, mas seis años sepáranos. Tu signo es el mío y tu
alegría llama al encuentro y mi bondad te pertenece.
Amiga
de corazón, compañera de divinos momentos, mi pañuelo de lágrimas, mi paloma
mensajera...
Mi
consejera de amor, confesora de mi alma. Tú, querida y fiel amiga escucha hoy
mis humildes palabras, salidas del rincón más sagrado de éste, mi corazón.
Palabras
de elogio te llaman, palabras que tu cariño se ha ganado, donde quiera que
vayas mi pensamiento te acompañará y sincera mi amistad siempre tendrás.
No
importa cuán lejos estés tu imagen no conocerá mi olvido ni tu obra se perderá
en lo infinito. Seré siempre el mismo, lo sabrás.
Tus
palabras llenas de sabiduría, siempre presentes en Mí estarán para decirme cómo
triunfar cuando el fracaso me acose.
Mi
Rosa de Marzo, mil veces bella, no de aventuras dolorosas te quedan recuerdos
míos, más
que momentos de dicha disfrutaste de mi amistad en una parte de tu vida, y
luego en otra, y para siempre así.
Fueron
numerosas las ocasiones que la risa cubrió tu rostro y te hizo feliz mi
compañía.
Sólo
un triste recuerdo me traes: no puedo olvidar cuando te recuerdo que anhelaría
no separarme de la única que ha sabido comprender mi propio Yo, ese Yo
complicado y extraño que a todos llama la atención pero que nadie logra
comprender...
Quisiera
tenerte siempre a mi lado risueña y soñadora cantando, compartiendo toda una
vida de comprensión y amistad.
Tu
amigo de siempre y para siempre fiel a tu nombre.
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