Una Rosa de Marzo, una vida...
Se dejó iluminar por las luces del nacer
una fresca mañana de marzo, tiempo atrás,
un tierno botón carmesí pudo florecer
bajo los rayos de un cálido sol tropical
que los valles del planeta pudo conocer,
era la más bella flor del más bello rosal.
Nacido de un amor verdadero, sin reproches,
ese botón lozano y fragante, natural,
fue cambiando día tras día y noche tras
noche,
se fue abriendo despacito, de forma casual,
ganando su más dulce y suave fragancia tope
su más bello esplendor a lo largo del
rosal.
Y ese botón ya es hoy la belleza preferida
toda una flor, es realmente sensacional,
más tierna que lo más tierno, sin tener
medida,
más lozana que lo imaginable, y es real,
se ha convertido en la Rosa de Marzo, una
vida...
Dichosos aquellos que la pueden admirar.
Y esa flor nacida de un ayer, feliz otrora,
ha resistido todas las lluvias del pesar
con todas las torrenciales y más destructoras
tormentas de un cielo gris, despiadado y
letal,
y ha resistido los más fuertes vientos
ahora
que azotan a través de la envidia y la
maldad.
Día tras día y noche tras noche siempre es
bella
es más bella cada vez que se puede mirar,
esa flor siempre está alegre como una
princesa
no importa si llueve, hace frío ó si es
navidad,
sus tersos pétalos siempre lozanos modelan
un color natural que nadie ha podio imitar.
Un botón del ayer, una flor de hoy y de
siempre,
y lo sé, que esa flor nunca se marchitará
no importa su edad ó quien acaso la
contemple
ó quién la rodee ó quien la pueda hoy amar,
será hermosa, como una Diosa, siempre por
siempre.
Una Rosa de Marzo, una vida de amistad...
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