Quisiera decir tantas cosas

A veces, sin más, quisiera decir tantas cosas,
la noche que me invita, calmada su presencia
que me abraza sin miedos, y su fuerza me agota,
la luna con su brillo que distrae mi ausencia
y me inquieta, y me llama, y Yo quisiera decir...
Pero una fuerza parca ata mis labios, sagaz
atrapa las palabras, no las deja salir.
Quisiera decir tantas cosas, y muchas más.
Hoy anhelo tener el valor para seguir.

Mis días se llenan de alegría, cada día,
sé que mi vida con cada paso vale más,
siempre voy adelante, ando lleno de osadía
camino raudo, pero siendo sabio y capaz
aún hay cosas que no logro comprender, vuelan
y se anidan en mi mente como dando vueltas.
Decidido a luchar, pero no puedo pensar,
y quisiera decir tantas cosas, muchas más.
Decir, aunque nadie me escuche quizá, da igual.

Mis noches están repletas de tantas ideas
imágenes que a veces ni Yo puedo explicar,
cual la sangre nutrida que corre por mis venas
como el misterio sagrado de este sentimiento,
y ellas todas brillan a la luz de las estrellas
cual la magia divina del veloz pensamiento,
me persigue la mirada del amanecer.
Sí, quisiera decir tantas cosas, muchas más.
Tantas que no sé por dónde podría empezar.

Pero también hay una pena que vive en mi alma,
es una vieja amiga, es como mi compañera,
es una pena buena, sana, que no me mata,
siempre me respeta, y Yo fiel convivo con ella.
Pero hace tanto tiempo que no sé cómo ya
he aprendido sin enojo a vivir sin decirle
de mi íntimo deseo de oírla despedirse.
Yo quisiera decir tantas cosas, muchas más.
Porque las penas sólo se curan al hablar.

Si pudiera ya decir hoy todas esas cosas
el viento sería espeso, jamás pensaría
liberado por la profundidad de mi ser
en callar las cosas de nuevo ¿cómo podría?
Luego despertar, de vuelta a la realidad
y seguir mi camino, ya ligero, sincero
mirando a lo lejos, hasta los cielos, la luz.
Y quisiera decir tantas cosas, muchas más.
Luego despierto contemplar el amanecer.

Pero Tú, pasabas cierto día frente a Mí
caminando inocente, llana, llena de vida,
y sin saberlo de una mirada, sonreí.
Pero sin buscarlo, con la sonrisa cautiva
consolaste mi desdicha, y a mi pena, aquella
que me había ya olvidado, se hacía pequeña.
Pero Tú no lo sabrás, y Yo así sin poder
hoy quisiera decir tantas cosas, muchas más,
apenas susurrarlas al compás de la brisa.

Caminar tomado de tu mano hasta el final.
Yo quisiera pensar en tus brazos mas no puedo.
Soñar despierto a tu lado, todo lo demás.
Quisiera evocar besar tus labios, pero temo.
Pretender lo imposible, solos y sin hablar.
Quisiera recorrer tu cuerpo, ya todo quieto.
Pensar, simplemente, que mi vida sería otra.
Hoy quisiera decir tantas cosas, muchas más.
Olvidar el pasado, a lo lejos ver las olas.

Poder sentir de nuevo el sol, la lluvia y el viento
todos al fin alegres envolviendo mi cuerpo,
admirar la noche, las lunas y las estrellas
agitadas todas en lo alto riendo discretas.
Recordar la pena, las alegrías aún tristes,
para ya pensar en las cosas bellas que existen,
las que nos rodean, que nos llenan cada día.
Hoy quisiera decir tantas cosas, muchas más.
Luego despertar, de vuelta a la realidad.

Que me abrace tu adiós, a todo cuerpo y muy fuerte,
y poder gritarle al viento al final del camino
que, a pesar de todo, quizás fue buena la suerte,
decir altivo que ha sido siempre mi destino.
Porque, aunque pudiera decir todas esas cosas
diré que será a mi manera, nunca vencido,
a solas después, ya pensaré en las consecuencias.
Hoy quisiera decir tantas cosas, muchas más
y son tantas que no puedo siquiera empezar.

20-May/1997

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