Leonardo BALDISSERI ALLANIC

Las frases fueron confusas pero el sentimiento era puro, y por un momento se perdió todo el sentido de las palabras, y aún cuando nunca se perderá el amor fue duro escuchar de un adiós. Mas nuestro secreto querer como las aves de la noche voló sin pensar en la distancia que separaba sus plumas del nido que nuestros corazones han hecho con el sentimiento. Y de las discretas palabras sólo pudo ser el viento el testigo con la prisa que llevaba mi querer cuando Tú esperabas una respuesta de amor. Sólo la noche sabía de tu estancia perdida, y las estrellas, sólo ellas podían decirme cómo hallar el camino hasta tu imagen divina, la que siempre lozana vería. Y fuiste Tú, y nadie más, con tu sonrisa siempre bella la que una noche me hizo pensar. Y fue tu ternura, y nada más, siempre natural y sincera la que una noche me hizo olvidar. Tu encuentro me llena de felicidad, más cuando estamos solos los dos, y aún cuando la noche nos ve la luna se ríe al vernos así, y las estrella

Cuando ya te perdía aquella noche fue tan difícil el momento que sintiendo los deseos de derroche apenas me podía contener. Cuando te perdía de mi presente ya no pensaba más en mis anhelos y quise ser libre y volar ausente para luego descansar sin los celos. Cuando ya te perdiste de mi lado sólo por pensar en el porvenir estuve Yo deseándote tanto que ya no sé qué podía decir. Y finalmente cuando te perdí se apagaron las luces de la noche se durmieron los anhelos de Ti, acaso de otra vida soy reproche. 3-Jul/1997

Si acaso me vas a querer será porque así lo deseas ya no te preguntes por qué hoy no me digas lo que piensas. Yo sólo he sido un soñador que conociste una mañana que no mirabas con amor, aquel reflejo en tu ventana. Si con fervor vas a querer porque con anhelo lo quieres ya no te preguntes por qué hoy no me digas lo que sientes. Yo soy camino de ilusión de tu larga marcha emotiva buscando el verdadero amor, que te abraza como la brisa. Si con amor vas a querer porque lo pide el corazón ya no te preguntes por qué no digas cuál es la razón. Yo apenas he sido alguien que quiso besarte con pasión llenarte de emoción y ser sin hacerte ofertas de amor. Si con pasión vas a querer es porque así lo has decidido ya no te preguntes por qué no digas quién te ha vencido. Yo sólo podré ser aquel que alguna noche te miró a quien hoy podrías querer, quien tu sentir ya despertó.

Que no se detenga tu andar y que siempre suene fiel tu cantar. Que nunca se acabe tu aliento y que no se fatigue tu mente sagaz. Que siempre seas de mi vida el centro. Que no fallezca la ilusión de tus ojos, que siempre vuele libre tu alma. Que no se calle tu sonrisa tierna y que siempre florezca en Ti la alegría. Que no termine sin final tu camino. Que no se pierda sutil la mirada contemplando las olas misteriosas de ese mar de locura calmada, contando las horas que vuelan insaciables sobre su espuma. Que no descanse tu anhelo de llegar al mañana con la sonrisa marcada y la mirada riendo, con el corazón siempre contento. Que se escuche tu canto muy alto sin cesar gritando al horizonte en una mañana cualquiera, y reír llorando las penas aún tristes, y reír más, que no se apague la luz de tus sueños. Que las tristezas que te agobian se pierdan olvidadas ante una sonrisa. Que los fracasos del ayer se vistan de luz y brille en Ti la esperanza, el porvenir de u

A veces, sin más, quisiera decir tantas cosas, la noche que me invita, calmada su presencia que me abraza sin miedos, y su fuerza me agota, la luna con su brillo que distrae mi ausencia y me inquieta, y me llama, y Yo quisiera decir... Pero una fuerza parca ata mis labios, sagaz atrapa las palabras, no las deja salir. Quisiera decir tantas cosas, y muchas más. Hoy anhelo tener el valor para seguir. Mis días se llenan de alegría, cada día, sé que mi vida con cada paso vale más, siempre voy adelante, ando lleno de osadía camino raudo, pero siendo sabio y capaz aún hay cosas que no logro comprender, vuelan y se anidan en mi mente como dando vueltas. Decidido a luchar, pero no puedo pensar, y quisiera decir tantas cosas, muchas más. Decir, aunque nadie me escuche quizá, da igual. Mis noches están repletas de tantas ideas imágenes que a veces ni Yo puedo explicar, cual la sangre nutrida que corre por mis venas como el misterio sagrado de este sentim

Verde salido del Morado de alegrías aún tristes. Con pausado correr camina, camina entregado al destino con la pena nacida del saber que la tarde, su fiel amiga madura lentamente hacia el ocaso para dejar libre a la luna que vendrá nueva vez, despacio, a bañar con ternura la noche. Y sólo se escucha del mar su espuma. Ese Verde salido del Morado triste por saber que la noche es larga, de amor lleva el corazón colmado y con el deseo oculto, calla, con las manos llenas de sabiduría, y su mente, siempre calmado con la sonrisa comprometida y los ojos rebosados de emoción, sueña, se siente lleno, de colores, pero la medida es completa cuando la lluvia la viste. Aquel Verde salido del Morado que siempre mira el atardecer pero nunca ve más allá del horizonte, que despierta con la mirada profunda, suavemente, quizás con el pensamiento canta nombres, cual viajero que extraña la dulzura del hogar. El vivir le ha enseñado empero que