La fuerza del amor
Es
cierto que a veces, cuando el cansancio me hace detenerme en el camino para
tomar aliento, oigo una oscura voz que en la lejanía callada me dice: ¡ya
basta!
Pero
nada es más fuerte que el empeño de alcanzar la meta.
Nada
desanima al coraje de hacer realidad los sueños.
Nada
reconforta más que la satisfacción del deber cumplido.
Nada
es más fuerte que el amor.
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