Lunes, Martes y Miércoles.
A
pesar de todo lo que ya te he dicho quiero aún decirte muchas cosas.
Quiero
que sepas que, aunque Yo mismo le he huido a mi verdad, siempre supe que algún
día habría de enfrentarla, y es ahora cuando comprendo por lo que he pasado.
Yo
no quería aceptar que mi vida no era feliz, así, sin amor. No quise nunca
enfrentar esa angustiosa y necia realidad que me acosaba a toda hora.
Pero
mi felicidad más grande ha sido enfrentar esa realidad junto a Ti, porque ahora
que te tengo a Ti comprendo lo que es ser feliz...
Porque
Tú salvaste mi corazón de la pena y del dolor de vivir solitario y triste, en
abandono, Tú le diste esperanzas y fuerzas a mi vida para seguir adelante y
poder ser feliz.
Yo, que no he tenido suerte en el amor, ya no sabía si confiar en esa palabra que
tanto daño me hizo, pero que gratos momentos me brinda hoy a tu lado.
Creo
que hasta había olvidado cómo amar sin pensar en fronteras, como se ama en
sueño...
Mi
corazón ya no sentía ese tierno anhelo de sentirse romántico por un amor como
el que un día quise sentir, siempre sin lograrlo. Mi alma soñadora no había conocido
la realidad de sus sueños, la verdad de su existir...
A
veces hasta me parece que no es cierto que la realidad a tu lado es tan bella y
a la vez tan real como lo ha sido.
Por
eso quiero pedirte que nunca dejes de ser mi realidad y mi razón de estar
alegre, nunca permitas que este amor conozca un final inmerecido, porque ya mi
corazón no resistiría volver a vivir llorando en solitarias penumbras cual un
abrumado soñador en un calabozo, donde el recuerdo sería una pena mortal.
No
es tu risa. No son tus ocurrencias. No es tu caminar. No son tus bromas. No es
tu mirada callada ni tu sonrisa enigmática.
No,
no es nada de eso, es sólo estar Contigo lo que me da felicidad. Son esos
pequeños detalles, son esos íntimos momentos de dicha que poco a poco van
haciendo toda una vida, nuestra vida.
Una
vida de paz espiritual, llena de emoción y armonía, feliz. Es esa vivencia que
reporta fuerzas para seguir adelante cuando nos sentimos abatidos, abrumados
por el destino y por esa vida a veces difícil.
Esa
forma de amar tan natural, tan tuya... Esa manera de entregarte sólo por
amor... Tú. Siempre Tú...
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