Un día la vida
Callada levantó la mirada triste un día
y sin cerrar los ojos lloró todas las penas
caminando firme en el sentido de la brisa,
arrastrando los pasos como si con cadenas
sin mirar atrás soltó ya la melancolía,
no era sano el tiempo para continuar la
espera,
así largo el camino se calma entonces la
ira.
Perdidos sin Fe la dicha, el amor y los
sueños
que también un día trajo risueño el
destino,
como si fueran gotas de lluvia entre los
dedos
caían al suelo aquellos anhelos vencidos,
los mismo que vivieron una historia sin
miedo,
ya los colores del rostro se hacían
distintos
pero un día también verá el final del
camino.
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