Tú, la dama de piel tersa.

Eres tan bella, inmortal piel tersa,
todo el brillo de tus ojos reluce
cual diamante perdido bajo el mar,
la desnudez de tu cuerpo amor versa
sutil como rayo que el alba luce,
divina mujer que sabes volar
llena mi vida, enséñame a amar.

Ambulas más veloz que cualquier luz
son tus besos de fuego, cual titán
enfurecido tras la presa que osa
el honor capital hacerlo azul,
intenso es todo este placer de amar
y más allá siento tu piel de Diosa.

Noble y singular, graciosa criatura
eres entre todas la más hermosa
con cuerpo de Diosa y sonrisa pura,
puede surgir la peor de las cosas
única con tus manos ya lo curas.

Siempre está riendo tu boca de rosa
y me toman frías tus manos suaves,
es profundo siempre tu mirar que osa
a volar más, más alto que las aves.

Ámame mucho, divina mujer
cuando muere el atardecer aquí
aún sin luna, dame tu querer.

14-Dic/1981

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