Nuestro deseo de amar
Y es que éste, nuestro deseo de amar
aunque volteamos hoy la mirada
siempre es más fuerte que la voluntad,
todo por creer que es cosa pasada.
Nuestro deseo de amar es leal
no sabe de horas, no ve la distancia
siempre será nuestra realidad,
el destino casual rige su estancia.
Eterno, nuestro deseo de amar
sobrepasa los montes y los mares
regresa siempre a buscar la verdad.
La ilusión de una noche de manjares
pasa y le da el pase a la intimidad
cual sublime el abrazo sin lugares.
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