El viento de la noche
Cruel y funesto, el viento de la noche
cual verdugo sagaz de mi silencio
vino sin avisar, calladamente
y sopló dentro de mi habitación,
sin más se llevó consigo el recuerdo
que con celo mis brazos apretaban.
Desdichado al perder su remembranza
apenas pude contener las lágrimas
al sentir de pronto en mi pecho roto
todo el vacío de la soledad,
así fue otra noche de ojos abiertos
ni siquiera pude decirle adiós...
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