Leonardo BALDISSERI ALLANIC

Te quiero y no puedo olvidar esa realidad. Te siento muy dentro de Mí cantar bellas melodías. Si pudiera tan sólo ser dueño del cielo te regalaría los más bellos atardeceres y la puesta más bella de la luna. Te daría de vuelta en lluvia fugaz las lágrimas más sentimentales que la vida te ha arrancado sin derecho ni justicia. Te daría calor y libertad más que a la tierra misma. Te siente sonreír tras las cortinas de mi mirar, te siento llorar por el pasado tras las cortinas de tu ayer, pero siento más que nada nuestra risa romántica tras las cortinas del futuro... Siento más que nada nuestros labios besarse olvidando al mundo con su gente en el más tierno beso que nadie hubo soñado... Caminando a tu lado he podido sentir el alegre sonar de tu risa al pasar, he podido compartir momentos de dicha toda. Por esto y por todo aquello que con palabras aún hermosas no podría describir siento que te amo y que te necesito cada día más. Quiero escribir tu nombre mil veces esta noc

Siento tus cabellos cruzar alegres entre mis dedos. Siento que triunfantes tus besos me llegan hasta el corazón. Siento entre mis cabellos el roce de tus manos suaves como una brisa emotiva que lleva consigo ternura de la ternura más tierna. Siento cada suspirar tuyo, siento cada uno de tus movimientos, siento vibrar en mi alma todas y cada una de tus palabras, siento tus pupilas mirarme curiosas por saber lo que Yo veo en ellas. Cada silencio que tu voz pueda romper estaré mirándote en la distancia igual que un loco enamorado. Siento vibrar de emoción mi corazón cuando estoy a tu lado, y aún cuando estoy lejos de Ti me pregunto mil veces cómo romper esa distancia. Siento que te necesito cada día más. Te siento de cualquier manera atravesar alegre mi agreste horizonte y me pregunto cuándo y dónde estaré a tu lado nueva vez... Siento algo extraño plasmado en lo profundo de mi corazón, algo extraño que dice ¡Te Quiero! Te siento presente hasta cuando estás ausente. T

Mueves tu inmensidad orgulloso con violento carácter, impetuoso. Tus olas soberbias huyen con furor de un lado a otro, hasta perderse... Y el viento te cruza por encima volando cual las hambrientas gaviotas que te acompañan a toda hora. Cargadas de furia y de envidia tus olas castigan las rocas cual verdugo dando muerte a su presa. Ruges pedante y prepotente demostrando a todos tu fuerza... Pero Yo sé que todo es una farsa, ruges altanero porque temes a la tempestad, ella te castiga como en venganza de los indefensos que Tú castigas con ímpetu despiadado y criminal. Cuando la tempestad violenta desprendida de lo gris del cielo se avalancha torpe sobre Ti y ya no tienes defensa en su contra y sientes miedo del dolor te lanzas con furia fuera de tu ser invadiendo lo seco con tus olas que rugen como leones hambrientos, y cuando estremeces al mundo con tu ronco acento cual eco tremendo, entonces, te ríes llorando sin saber el

Tímida cual suave brisa que fresca cruza el mes de enero. A veces callada y lejana, como perdida en lo infinito del vasto horizonte que agoniza. A veces seca, cual vino real que se cosecha con sabiduría y cuidado. De espíritu calmado y poca iniciativa. De sinceras palabras llenas de alegría. De lo práctico a lo ideal existe un trecho arduo y fugaz que sabe cruzar con honor. De penetrantes pupilas, ¡sagaces! Que todo lo descubren al mirar. De tiernas caricias y firme caminar. A veces tan distante de la realidad como la estrella más lejana que apenas se divisa en el cielo nocturno. Toma tan en serio el amor que una vez que le ha significado todo no lo puede olvidar... Quisiera guardarlo para siempre. Sentimental y sensible, como Yo... Su instinto de análisis la lleva a veces a la minuciosidad. Poco emotiva en el romance y difícil de arrastrar por el deseo pasional, pero guarda dentro de su corazón bellos y profundos sentimientos que siempre trata de dejar ocultos a la luz de

La noche no estaba planeada y de cualquier tema conversábamos Yo, Yo no buscaba tu mirada y la música luego escuchábamos el ambiente suave se tornaba. Y las palabras fueron variadas Yo no te conocía, ni de antes y las canciones eran cantadas un tema sacaba otro adelante entonces Yo, Yo sí te miraba. Entre risas y cantos, así estábamos calmados, tan solos Yo me decía: ¿qué pasa aquí? Tu mirada cambiaba, tus ojos entonces Yo, Yo los percibí. Yo escribía cosas sin sentido cuando nadie tenía razón apuntando a decir un cumplido, y Tú me decías: “no te creo”. “No te culpo”, te decía Yo. Me encantó conocerte, sí a Ti y aun cuando no pude convencerte que al final de la noche, esa noche con tu boca un beso descubrir supe que me encantó conocerte. 17-Nov/1983 ( Serie VIRGO )