Memorias de una amistad
A veces lo hago, cuando contemplo solitario el inexorable sacrificio del ocaso suelo recordarte, con tu alegría de antaño sentada a mi lado, hablando, viendo el poemario. Carísima amiga, Tú que conoces la vida y sabes lo que llevo dentro por corazón no dejes que el olvido conozca una razón, no permitas que mi nombre tenga despedida. Necesito tu apoyo, palabras de ilusión para ir adelante con mi lucha de papel para lograr mi sueño imposible del amor. Sabes que soy el eterno romántico de siempre el de los alegres momentos que se grabaron en lo fugaz del tiempo, en el pasado y el presente. 10-Mar/1983 (Serie Rosa de Marzo)