Leonardo BALDISSERI ALLANIC

Es raro, desde aquella tarde que te conocí tu presencia me cautivó. La energía azul de tu ser me provocó vibraciones agradables. Es raro, no hay tiempo ni distancia que lo pueda explicar, pero tu luz va Conmigo donde quiera que voy, y estás aunque no estés. Es raro, quererte decir y no decirte hoy cómo se estremece mi piel cada vez que recuerdo ese abrazo esa tarde; Conmigo no estás. Es raro, escribirte estas cosas tan mías y que son tan tuyas sin saber si algún día me vas a leer, lo sabrás incluso sin querer. 30-Ene/2021 (Serie Fotografía y Sentimiento)

Apenas despierto mirando las horas me quedo, largo rato sin más que hacer con mi tiempo, las veo pasar sin pena ni gloria cada segundo, la manija larga empuja las otras a intervalos conocidos, repetidos cada vez, una y otra vez. Las horas ríen cansadas de andar por todo el reloj sin otra novedad, pero aun así nunca se paran, implacables se suceden aunque el reloj deje de funcionar. 28-Ene/2021 (Serie Fotografía y Sentimiento)

Ella tiene una sonrisa feliz, por ser así, siempre así como Ella es cada día, sin fingir con una mueca lo que riendo dice su mirada. Es la sonrisa franca que habla de la alegría de su alma con los labios pintados, porque logró convertir de vuelta en dicha todas las penas que cargó aquellos años. Brillan sus ojos y canta su risa, una sonrisa feliz siempre tiene Ella, porque es Ella. 26-Ene/2021 (Serie Fotografía y Sentimiento)

Alegre cada mañana despertaba por más, y aunque unas veces (muchas tal vez) creí ya saber lo necesario para vivir plenamente, en mis adentros alguna que otra noche dudaba. A menudo sentí tenerlo todo, y así me equivocaba sin remedio una y otra vez, hasta que un día lloviznado de otoño sin querer pude comprender que me engañaban todos, que también Yo mismo me engañaba, incluso me engañaba la vida mientras que el Tiempo egoísta reía mirándome ajeno detrás del espejo. Ingenuo Yo no me daba cuenta, me engañaba. Era Yo y nadie más el habitante de mi mundo, de ese mundo extraño que se mueve girando silente cada día sin dar explicaciones. Extraño iba respiraba calmo entre meras ilusiones, hasta que con la madurez las luces fueron perdiendo color, ó mejor dicho, fueron tomando sus verdaderos colores y desvelando en cada pensamiento las íntimas verdades del vivir, entre reflejos aprendí a caminar sin tropezar con las cosas, a reír sin nada esperar de los demás, feliz, como quien siempre he sido