Leonardo BALDISSERI ALLANIC

¿ Me dir í as por qu é me has olvidado? ¿ Hoy har á falta que salga la luna para que tenga una excusa tu abrazo? ¿ Ser á s el due ñ o de la noche oscura? ¿ Pero c ó mo es que puedes olvidarme? S ó lo he de esperar al alba dormida, s ó lo dormir, ni so ñ ar ni pensarte sin abrazar mi almohada, tranquila. ¿ Por qu é entonces me quieres olvidar? Es que temo amarte tanto y perder, porque a mi lado no siempre T ú est á s, porque cuando quiero, Yo s é querer. ¿ Por qu é de repente me has olvidado? Tan s ó lo he querido ser s ó lo Yo... Porque no quiero apenas ser pedazo de la fruta que muerdes sin raz ó n. T ú sufrir á s si tratas de olvidarme, me vas a echar de menos, lo ver á s. S é que no ser á f á cil alejarme mas no quiero ni puedo sufrir m á s. Pues cuando te sientas sola, muy triste y quieras mis manos estrechar ya... Pensar é un instante que me quisiste y luego mis ojos podr é cerrar. ¿ C ó mo es que me has olvida

Si Yo supiera cuántas son las horas que la noche sufre ante la locura sería capaz de borrarlas todas y olvidar que mi sed tanto te busca. Si supiera leer en tu mirada esas palabras tiernas que Tú sueñas hoy sabría por qué estás ya cansada de escuchar de los vientos esta queja. Si Yo supiera caminar a oscuras iría buscándote tras la noche, colgaría de un árbol la frescura que calme los sudores del derroche. Hicimos el trato, más bien el pacto, ¿recuerdas acaso cómo iba el tema? Yo apenas recuerdo tus ojos en llanto al decirnos adiós, cual fuego que quema. Si Yo pudiera tomar hoy tus manos entre las mías y apretarlas mucho escuchar cantares de enamorados cuando sus pieles suenan en su arrullo. Si Yo pudiera sentir tu cabello sobre tu espalda ya estando abrazados tan suave al pasar por entre mis dedos, acabarían las penas del pasado. Si acaso pudiera vencer el miedo de besarte en los labios otra vez cerraría mis ojos en un b

Hoy tan cerca de Ti y tan lejos verte ardiente mi piel, Tú con tanto frío, ¿Por qué morir de sed junto a la fuente sin beber de mis manos el rocío? Verte sin mirarte, así sin tenerte andar y andar sin hallar tu camino. ¿Hoy quién me vence sin ser más fuerte? ¿Cuál ha de ser Contigo mi destino? Tus ojos ven, tu mirada se escapa tus labios se callan, tu voz se esconde y cuando sutil la noche me atrapa te abrazo, mas tu cuerpo no responde. Hagamos un trato, más bien un pacto, que no se firme sólo con palabras y que diga todo lo que pensamos y que no se rompa con las miradas. Saber que tus ojos buscan los míos poder mirarte con una sonrisa. Saber que tu piel extraña lo mío sin poder tocarlo, darle caricias. Saber que tu abrazo me busca con frío y no poder calmarlo con mi cuerpo. Saber que tus labios esperan los míos y no poder morderlos en un beso. Saber que lo que tu cuerpo necesita son las ansias que guardo con fervor. Sabe

Porque a veces, cuando así lo has querido, abrazar mi piel con tu cuerpo, toda esas veces, que Yo sólo he podido darte recuerdos y dejarte sola. Porque a veces, cuando así lo has querido, estar Conmigo, mirarnos despacio buscando un refugio de paz, tranquilo ocupar los dos un pequeño espacio. Porque a veces, cuando así lo has querido, tantas veces no me tienes, así tomándote de las manos, Contigo para hacer vibrar tu piel, y sentir. Porque a veces, cuando así lo has querido, he debido Yo con prisa partir luego de ser de tus sueños, el dueño para quedarnos los dos sin dormir. Porque bien sé que tanto lo has querido, cerrar los ojos, ver al horizonte sentir la inmensa luz del infinito creer que volamos sobre los montes. Porque bien sé que tanto lo has querido, reír a una hora, no sólo de noche ver cómo la lluvia moja el vestido acaso en alguna calle con nombre. Porque bien sé que tanto lo has querido, curar alguna pena, aún pa

Hoy no sé cómo ver lo que diré porque hoy no sé si pedirte perdón o acaso decirte que te perdono, son mil cosas por pensar, pero hoy sé que te quiero con todo el corazón. Y si algún día, alguna mañana azul que no dejemos fugar al destino, para que el más fuerte abrazo nos ate y si soy libre Yo, y si lo eres Tú dejemos que se unan nuestros caminos. Hoy no sé si acaso al cielo pedir que la lluvia se detenga en su afluencia hoy que Yo quería verla caer, porque más así no quiero vivir sin tener el placer de tu presencia. Y si algún día, cualquier tarde gris por azar se cruzan nuestras miradas al pasar por el frente de un café que se acabe aquel adiós y a reír, que se junten nuestras mentes cansadas. Hoy no sé cómo te puedo decir que Tú me haces falta, poder mirarte. Porque mentirte no puedo, no quiero, ya quisiera oír tus pasos venir a mis brazos otra vez, y besarte. Y si algún día, un atardecer dorado escuchando los silbidos d

Si Yo pudiera ver cada sol de tus mañanas y al cantar de los gallos decirte: “Hola Tú”. Saber que estarás desnuda a mi lado sentada cuando los deseos de amor apaguen la luz. Si Yo pudiera verte dormir, sentir tu aliento correr por mi piel cuando por la noche descansas. Saber que me sueñas sin un límite de tiempo cuando un beso profundo tus labios me reclaman. Si Yo pudiera ser como una llovizna suave que mojara sin prisa tu cuerpo de mujer, que te haría sentir volar libre como un ave, gotas que siendo frías te hacen estremecer. Si Yo pudiera tu risa atrapar hasta quitarle su sonido al viento entre mis manos poderla guardar y atesorarla hasta el final del tiempo. Si Yo pudiera idolatrar tus labios cada vez que sutil cambia la brisa, saber que afectuosamente tus manos se pierden sobre mi pecho sin prisa. Si Yo pudiera dejar de extrañar el sonido de tu risa, tu alegría, la suavidad de tu piel, tu mirar; quise pensar que no te per