Leonardo BALDISSERI ALLANIC

Quiero decirte excitado amada mía que te quiero, que te adoro, que de profunda pena lloro si acaso se pierde toda tu alegría. Quiero volar por los cielos buscando tus caprichos y regalarte las estrellas, las fugaces y las verdaderas. Quiero decirte que te amo locamente y sin descanso, así como ama el sol al cielo, como la flor ama al rocío de la mañana, como aman los que saben... Quiero decirte tantas cosas que no sé cuál decir primero, creo que terminaré diciendo simplemente "te quiero" y dejaré que mi amor hable por Mí en los momentos divinos, cuando sientas el calor del susurro de un "te amo". Quiero decirte tantas cosas, mas prefiero callar y mirarte, y dejar que mi alma se deleite con la presencia de la tuya. ¡Oh mi amada! Dichoso soy de tenerte, de estrecharte con todas mis fuerzas de llenar mi boca con tu aliento y mi corazón con tu amor. ¡Oh mi amada! Tú, mi fiel compañera de tantos momentos, mi dueña insospechada y tierna, la que vive

Hace ya algún tiempo que hubo un lugar en lo hondo de mi amante corazón donde la pena de casta y fugaz pasó a constante y veraz sin razón, donde de la risa el fónico estruendo se perdió sosegado en el silencio. Fue un tiempo gris, de una grima fatal de angustia inmensamente dolorosa, un tiempo de incertidumbre total que marcó mi vida y todas mis cosas, todo era oculto buscando perdón en el seno de mi gran corazón. Luego hubo una brisa en aquel lugar de pausado giro y suaves silbidos, perdonó al destino el brío de amar y apagó el fuero de estaba prendido, con tremendo alcance y fuerte emoción quedaba el centro de mi corazón. Ya pasó el tiempo de la amarga pena en aquel lugar de mi corazón lejos se marchó la fiera tristeza, el tórrido caudal de llanto interior se resecó por la gracia bendita dejó morir la agonía maldita. Cual despiadado huracán fue la pena arrastró todo a su paso y perdió el dolor del amor fue su condena, la

A veces parece que sólo soy un ser vividor de vidas prestadas, vacías y turbulentas, como hoy, ni triste ni feliz, vida pasada. Tal vez no podré saber dónde voy. Tal vez hoy sólo es un día cualquiera que un pensamiento se adueña de Mí en paz no me deja vivir siquiera, ni triste ni feliz, sigo sin Ti voy de aquí para allá como cualquiera. No sé a veces si es la realidad si la razón es pura y verdadera pero creo que no podré cantar sin pensarlo hoy el silencio me espera y me quedan los deseos de amar. Tal vez no sea hoy el día que pueda decir cuándo siento la plenitud, lo que llevo aquí en el alma te espera con la fuerza de amor de juventud cual invierno aguarda a la primavera. Esta tarde, cálida como pocas de los últimos ocasos del mes me torturan aquellas ansias locas de abrazar tu cuerpo y sentir tu piel hasta besar tus labios me provocas. He creído conocer la verdad mas he visto que estuve equivocado tu obra sigue siend