Leonardo BALDISSERI ALLANIC

Viviendo esta vida mía, que tanto me agrada, esa que tantos problemas también me ha traído, por cuanto quiero hoy dedicar algunas palabras a la memoria de felices ratos vividos con damas que han sido dueñas de mis madrugadas, que con alto privilegio amar me han permitido, a esas que han sido mis amores, todas sagradas cada una recordada con gran respeto y tino. Tú, que tierna y frágil, tanto me amaste, mas no supiste apreciar un amor tan puro como el mío, no quisiste darle tiempo al tiempo y hoy te pesa en el alma tu error. Tú, que con tu forma de proceder me hiciste enamorar con demencia sin poder dar tu amor libremente. También a Ti, te pesa ese error Tú, que has sido mi mayor amor, mi mayor alegría, mi mayor ilusión y también mi mayor desencanto. A Ti que tantas veces te dije, mas poco caso hiciste, como nadie sabe lo que tiene sino hasta que lo pierde hoy sabes lo que pudiste una vez tener. Tú, sólo Tú pudiste hacerme enamorar pura y sincera, para luego dejar al desc

Te acercaste a Mí sin saber que existe la telepatía. Te miré Yo sin saber cuántos anhelos olvidados Tú tenías. Pero no bastaba sólo saber... Y de repente un fuerte abrazo nos dijo al oído de los deseos ocultos que la distancia guarda, acaso ante la mirada del mundo, y por demás un beso fue puro. Y si la noche fue corta ó fue larga, sólo el destino descubrió tu fragancia, entonces ningún espacio fue frío y los besos midieron la distancia entre tu aliento y el mío. Y así las noches fueron sencillas, románticas y tiernas, porque tus manos y las mías se estrechaban de mil maneras, y tu mirada era mía, y tu risa era mía. Volvió a Mí una noche de tranquilo horizonte ese poder inmenso de volar sin receso, que apodera el alma de fuerzas para seguir sin adiós ni despedida. Volvió a Mí esa noche caminando sin Yo saberlo, cual enamorado en un coche contempla el brillar muy bello de las estrellas desnudas, toque de exorcismo que da la noche a los dueños de aquellos sueños. Sí, po

Nació cierto día una Diosa en una calle de la vida, ella fue digna y muy hermosa y por el mundo dio su vida. Joven y lozana la Diosa siempre busca felicidad, ella nunca nos habla en prosa empero ama con lealtad. Fue divina y noble la Diosa porque como una madre amó y por sobre todas las cosas al supremo que la creó. Fue ella adorable y primorosa pero nunca le dieron nombre, siempre la llamaron la Diosa quizás porque mucho amó al hombre. Hasta un día vivió la Diosa, a quien quería la mató, y la mató por ser hermosa porque en verdad nunca la amó. 15-Jun/1981