Leonardo BALDISSERI ALLANIC

Ayer te vi Ayer te vi, casualidad de la vida, nunca había ido Yo por ahí, a esa tienda, y mira eso, ahí estabas Tú comprando cosas. Triste a la distancia te noté, pero nada dije, pues hace tiempo que no tengo tu atención, y eso lo acepto sin reclamos, serán tus decisiones siempre soberanas. Te saludé con el cariño de antes, siempre respetuoso, pícaro a la vez, hasta tener tu abrazo casual, sin nada preguntar en particular te dije “¡qué bueno verte!”. Tu mirada era tierna y tu sonrisa igual de sincera; Tú. Honestamente en el momento nada imaginé, pero, ¿triste por qué? - me pregunté. No puedo negar que hasta un rato estuve pendiente de tus movimientos, aunque no debía, pero ya sabes, seré tu enamorado hasta la sepultura.   7-Abr/2024 (Serie Fotografía y Sentimiento)

Tu voz desde siempre la recuerdo cual melodía de romance, tu risa estridente es inolvidable, tus ojos llenos de esperanza despertaron mi ilusión, de ermitaño a aprendiz de poeta me lancé. Tu personalidad hizo el resto. Quise hacer magia azul sin ser mago, enamorarte sin poder amarte más allá de la ilusión que produce la fantasía, ingenuo ó tonto fui, como quieras llamarlo está bien, no me molesto porque ahora, en la distancia, todo lo entiendo, fue el brillo de tus ojos, la suavidad de tu piel. Todavía hoy no tengo una respuesta que me deje calmada la conciencia, a veces confundimos la riqueza... Del haberte tenido entre mis brazos a extrañar el calor de tu presencia sigue siendo un gran misterio; te extraño. 6-Abr/2024 (Serie Fotografía y Sentimiento)

Aquél arroz español Así es la vida, a veces rara y amarga, otras veces insospechada y dulce, y siempre hay que vivirla... ¿y qué iba Yo a saber que después de tanto te iba a conocer? Luego terminé cocinando Contigo aquél arroz español que quedó tan rico en cada cucharada, y nos reímos entre miradas. Imperdiblemente tierna y bella tu cara cuando empezando a cortar los embutidos un dedo me corté, nervioso estando a tu lado, tuviste que terminar de picar todo después de curarme. Esa curita la guardé por mucho tiempo. “Delicioso”, alegremente me dijiste, te gustó tanto que olvidaste que tenía morcilla, algo que decías que no comías. Más que orgulloso me sentí, empero la mejor parte llegó después, cuando quisiste además comerme a Mí. 1-Abr/2024 (Serie Fotografía y Sentimiento)