Leonardo BALDISSERI ALLANIC

Tu silencio de piedra me hace daño pero el mundo cobarde gira igual sin razón parecemos dos extraños, camino sin saber dónde parar sin querer, apenas somos humanos. Todo va ajeno de todo y de Mí. Y cada día que vuela la brisa Yo la voy escuchando más lejana, y vuela lejos y vuela sin prisa así, como lejana está mi Amada, lejana de mi abrazo, de mi vista. Como lejana de todo y de Mí. Al final de ese horizonte sin luna triste la noche se duerme callada calla bajo la sombra de la duda como se calla la voz de mi Amada, callada de palabras y ternura. Como callada de todo y de Mí. Vaga está dormida la madrugada yace como si estuviera cansada, sola de miradas, sola de abrazos sola de besos, sola de caricias, única, como sola está mi Amada. Sí, como sola de todo y de Mí. La Amada está olvidada de mis ojos ya callada la noche que no sueña sola la madrugada nada tiene, así triste ya llega la mañana muy vacía, toda fría y pausada.

Hoy no podía dejar de decirte que he aprendido a solas a contar las horas que todas se pasan tristes cuando lejana a mi lado no estás. Hay cosas que parecen increíbles porque no podemos hoy comprenderlas, otras pueden parecer imposibles porque nunca sabremos entenderlas. Pero la naturaleza, que es sabia, que todo lo sabe y todo lo puede se encarga de darnos unos ejemplos, aún cuando a nadie ella ve ni le habla. Y cuando he sentido un poco de frío tu imagen viva despierta, me abraza, viene a mi lado, corre y me da abrigo, si abro los ojos el calor escapa. Muchos caminos ajenos se cruzan que vienen y que van, entrelazados, así los cuerpos sin cesar se buscan la naturaleza los lleva atados. Porque a veces nos sucede que estamos quizá donde no tenemos que estar y reímos, brindamos y tomamos, la naturaleza siempre casual. Porque a veces nos sucede que hacemos todo lo que no tenemos que hacer luego lloramos tristes los recuerdo